Una pasada el lugar, el acceso a la playa, Increible el trato de Zigor y Eli, nos hicieron sentir como en casa y nos orientaron y procuraron todo lo que necesitamos. Una gozada santa Catalina paradise, las camas del rancho comodísimas y las vistas inigualables. Muy buen punto para viajar a la isla de Coiba y de Cébaco, lugares remotos y paradisiacos de una belleza exótica y salvaje. Nos organizaron todo desde el rancho fácil cómodo y sencillo.