Es un hotel pequeño (con 12 habitaciones) pero muy acogedor, estoy casi segura que todas las habitaciones tienen vista al mar y balcones con una hermosa e increible vista por las mañanas, puede que las de planta baja no sean tan buenas, ya que tienen los carros del estacionamiento en frente.
Los cuartos son limpios, con aire acondicionado, tv y toallas.
Lo unico que no me gusto y que puede mejorar considerablemente fue el servicio a llegar, donde la persona encargada al momento (un señor) se encontraba dando informacion y un excelente trato a unos extranjeros. Cuando fue nuestro turno el Señor simplemente nos dijo que nuestra habitacion estaba hasta las 3pm y que regresaramos despues. Es un poco triste, que siendo nacionales y optemos por conocer nuestro pais, el trato sea diferente, especialmente si estamos pagando y tomando una de las mejores habitaciones. De la misma manera nos pidio que el pago fuera en efectivo, ya que su terminal no funcionaba, otro punto que siento es bastante importante ya que cuando se marco para hacer la reservacion nos aseguraron que se aceptaba el pago con tarjetas, para este tipo de situaciones se deberia de tener alguna otra solucion, ya que hay gente que no carga con el suficiente efectivo para pagar una estancia.
La chica de la tarde fue muy amable, ella si nos explico los horarios de desayuno y nos dio la clave de internet que por cierto el internet no es nada bueno, pero no es necesario con tan bonito paisaje frente a nosotros.
El hotel esta perfectamente ubicado frente al malecon donde varias personas te pueden ofrecer el tour (privado o compartido) a Las Coloradas y es uno de los pocos hoteles que cuentan con esa vista, por lo que si buscan algo con vista al mar, este es el correcto, esta cerca de la plaza principal, donde por la noche hay unas cuantas opciones de cena.