Fuimos un grupo de amigos a pasar una semana y lo hemos disfrutado muchísimo. El lugar es soñado. Se respira esa tranquilidad de campo para el que la desea y está a corta distancia en coche, de las playas y lugares mas céntricos de la isla. Lucrecia y Ben, los dueños, son super amables y serviciales, haciéndonos sentir muy cómodos en todo momento. Las habitaciones, la piscina y los espacios comunes estuvieron siempre impecables y la decoración es perfecta. No vemos la hora de regresar!! Gracias por todo!!