Excelente ubicación, muy agradable ambiente y aunque es un restaurante sencillo, es acogedor y con agradable vista a la laguna.
Pero lo mas importante fué la atención de Jorge, que es dueño y chef, quien nos ofreció un servicio personalizado, ya que le solicitamos pescado y aunque no estaba en el menú, lo mandó comprar y lo preparó delicioso.
El resto de los platillos son muy buenos, por lo que es una excelente opción en cuanto a precio/calidad.
También al final, Jorge tuvo el detalle de prepararnos un postre, ya que al no haber ninguno en el menú, no quería que nos quedáramos con las ganas de degustar otra delicia de su comida de autor.
También muy buena atención por parte de Kim, la mesera.
Y por último, muy buena música.
Lo recomiendo sin duda.
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