El aspecto del lugar, supongo que debido a la pandemia y al paso del huracán Grace hacía pocos días, no invitaba a ser muy optimista con la comida, pero por suerte nos dejamos guiar por nuestro instinto y nos quedamos a comer. El trato familiar y la comida es realmente excelente. Comimos mi mujer y yo con nuestros 4 hijos de maravilla. Toda la comida nos encantó y se esforzaron en atender todas nuestras peticiones. La relación calidad precio increíble. La verdad es que no pudimos salir más satisfechos.
Os aconsejo que no os guieis por las apariencias y disfrutar de su comida y amabilidad