El lugar es lindo pero el menú es muy limitado, solo hay un mesero que tiene acento argentino y su atención fue pésima, no tenía atención al cliente y me causó gracia que mi amiga pidió un vaso de agua y le pregunto mineral o botella cuando ellos viajan siempre piden cosas gratis o súper baratas, aquí el tema no es el dinero sino la intención, sé que al final un vaso de agua es gratis y una botella pues suma el cheque, en fin…la tostada de aguacate es complicada de describir porque lo único rico de sabor es el brioche de semillas y el aguacate, sus presentaciones son diferentes yo pedí uno y luego mi amiga pidió otra y era muy diferente, no tienen un estándar y para mí la presentación es importante , las uñas del mesero estaban pintadas de negro y creo que también hace barra porque él preparó las bebidas y masero una fruta por ello estaban manchados sus dedos y así fue a llevarnos los alimentos, en lo particular me gusta conocer buenos restaurantes y recomendarlos, el precio es súper accesible y cuando hay buen servicio hasta gusto da dejar una propina por la dedicación, en este caso me tocó un mal
Día quizá del mesero y una mala presentación de platillos y bebidas, no volvería a ir ni recomendaría, sin duda una sonrisa y las ganas de trabajar se notan.