Era un gran restaurante, un clásico de Bacalar, he sido cliente desde hace muchos años, pues vengo 5 o 6 veces al año a Bacalar por negocios. Fui a cenar después de no venir en más de un año e inmediatamente percibí un cambio en la cocina pues siempre pido los mismos platillos. Cuando llegó la cuenta vi que los precios estaban totalmente inflados así que pregunte que estaba pasando y la repuesta fue la que suponía. Luciano y Bertilla (ex dueños que siempre estaban presentes) vendieron el restaurante y se fueron del pueblo; el nuevo dueño que por cierto no está casi nunca en el local, bajo la calidad y subió los precios. Cambio el personal, que si bien es cierto es amable y atento, perdió el toque de calidez y trabaja a las carreras y con un trato un tanto ausente pues esto ya se convirtió en un lugar para únicamente producir dinero a sus nuevos dueños. Antes era toda una experiencia culinaria. Ahora es un poco mas parecido a un restaurante de comida rápida. Siempre lo recomendé a todo visitante de Bacalar. Tristemente ya no lo puedo hacer más…