Con solo entrar al lugar sientes una paz y una tranquilidad muy bonita, un ambiente perfectamente tranquilo que te invita a relajarte y olvidarte de todo por un momento y disfrutar el tiempo de tú comida, o si vas en compañía disfrutar la platica a mena sin pensar en más. El servicio fue muy bueno, todos te hacen sentir cómodo y siempre estar al pendiente de tus comidas, que estés bien y no te falte nada. Miguel fue quien nos atendió, y su amabilidad y recomendaciones fueron muy atinadas, justo lo que queríamos para el desayuno, algo ligero pero muy rico. Las quesadillas con epazote estaban deliciosas, la fruta fresca. Quede muy satisfecha con todo. Excelente trabajo para todos los que hacen que este lugar sea un lugar confortable.
Tania Rivera