Acudí a este restaurante por recomendación de ser el mejor, en comida japonesa. Pero al llegar y ordenar dos simples rollos y esperarlos. De entrada el menú fue muy confuso (algo que es para desconfiar) no se le entendía bien. Lo segundo fue que la mesera me ofreció la opción de que mis rollos, podrían pasar de una cantidad de piezas a una mayor. Lo que no me dijo es que por el insignificante trabajo de usar el cuchillo y dividir el rollo para más piezas me cobraría más!! Pero lo que rebaso mi paciencia fue que, cuando yo llegue al restaurante tenía unas pocas mesas ocupabas y en lo que esperaba mi orden llegaron más clientes y en un acto insólito y una total ofensa hacia mi persona! Resultó que les sirvieron los platillos a esos clientes que llegaron después de mi y mis dos rollos aún no estaban. Así que, si no fuera por qué tuve que hablar con una señora sentada en un escritorio y a otra señora más. La mesera y sus compañeros se hubieran percatado de mi o de mi orden! Incluso! No tuvieron ni la desencia de que la propia meses que me antendió me entregará mi pedido! Tuvo que ser otro mesero el cual se me postro retador como si le buscará yo pelea! En resumen! Los rollos no los comi, olían bien y estaba servidos regular. Aún así los tire a la calle. Una ofensa así es difícil de perdonar!
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