El hotel cumplió con las expectativas, a pesar de ser invierno, las instalaciones se presentaban para su disfrute, la recepción del hotel (en esta temporada) es perfecta, una chimenea con fuego "al gusto", perfecta para platicar de la vida bebiendo un café o un buen vino, la habitación es comoda, nada que agregarle. La recepción es directa, sencilla y agradable, su ubicación lo hace obligatoriamente la opción 1 para el disfrute del centro de Santiago. Un hotel ideal para ir en parejas, familia o amigos.

Decidí hacerle a mis esposa una cena romántica en el restaurante del hotel, además de quedarnos hospedados durante una noche, como parte de un paquete que ofrecen para este tipo de eventos especiales.

La atención del personal fue buena. El mesero también fue muy atento a las necesidades durante la cena. El menú sólo incluía tres opciones de cena, que es a tres tiempos. Elegí una parrillada. El sabor de la comida estuvo muy bien, muy completo. Me agradó que pese a que ya habían cerrado el restaurante continuaron dando el servicio sin presionarnos para que nos retiráramos. Es algo que se agradece.

Ya en la habitación, la decoración solicitada fue muy buena, al igual que en la cena romántica, con sus velas y pétalos de flores. Impresionó a mi esposa como lo esperaba.

Sólo como agregado, deberían de incluir en sus habitaciones un frigobar para que se mantenga fría el agua que ofrecen como amenidad.

Todo lo demás fue placentero. Pensamos en volver pronto para disfrutar más días del hotel, que es muy bonito.