Una experiencia fenomenal.
El hotel es un lujo y está pensado para disfrutar de todas las instalaciones desde el primer día que llegas.
Tiene varios restaurantes, cada uno con una identidad distinta:
- La Boheme: cocina francesa, imperdible el pato y la sopa de cebolla. Nos atendió Alexis López con un servicio excepcional.
- Gaucho: cocina de carnes a la parrilla. Muy buena calidad de la carne. La entraña muy rica, jugosa y las empanadas muy sabrosas.
- Capricho y Helios: dos lugares excelentes para desayunar y almorzar (tanto buffet como a la carta). Todos productos de calidad.
Recomiendo también asistir al show de CHIC Cabaret, tiene un costo adicional, pero lo vale. Gran show y el menú de pasos espectacular.
En el lobby, podes tomar cafés, tragos, esperando el show o actividad de la tarde/noche.
Sin dudas volvería a elegir el hotel.