El restaurante nos pareció bastante auténtico. Llegamos y aún y haber reservado, tuvimos que esperarnos 10 minutos. Pedimos y nos sirvieron los platos desordenados y alguno medio frío, y el pan llegó tarde. Los camareros, excepto un chico, fueron secos...
Por otro lado, la carta es muy original y se ve que hay trabajo detrás. Deseo que mejoren mucho porqué se lo merecen, pero tardaremos mucho en volver!

Es de los pocos restaurantes donde pides carne cruda o poco hecha y te la sacan caliente. Esto para mi es muy importante. Llegamos con los platos ya pedidos, y esta opción es un gran acierto.

Las carnes tardaron en salir pero la espera vale la pena y es normal si todos lo queremos todo hecho al momento. Ruido? Un poco.

Estas vacaciones fuimos a comer. No es como esperábamos pero salimos muy contentos. El local no hace honor a su carta, pero los precios tampoco son los de Barcelona. Todo lo que probamos estaba perfecto y repetiremos este invierno

El sábado pasamos fuimos sólo para comer la carne de Kobe, así que nos decantamos por el menú Kobe. Sin duda la mejor carne que hemos probado nunca, y era Kobe Kobe auténtico porque nos enseñaron el significado. El local es anticuado y hay mucha gente, pero se respetan totalmente los protocolos por el Covid. Y un sábado mediodía, qué esperas? Pues mucha gente.

Fuimos por casualidad hace años y desde entonces repetimos siempre que podemos. Precios correctos por lo que ofrecen y personal atento