La casita rural es perfecta, no le falta detalle y es muy acogedora. En las fotos es preciosa pero en la realidad es mucho más bonita, es increible en persona.
La ubicación es inmejorable, se respira paz y tranquilidad. Para desconectar de los ruidos de la ciudad y el día a día es genial.
¿Lo mejor? Admite mascotas y mi perro no ha podido estar más a gusto porque además la finca esta vallada y ha tenido 2 hectáreas para correr a sus anchas.
Los caseros son majísimos y nos han explicado todo perfectamente además de recomendarnos algunas rutas de senderismo.
En resumen ha sido un fin de semana estupendo en el que hemos descansado y hemos desconectado al máximo.
¡Seguro que volveremos alguna vez, y algún conocido nuestro sin dudarlo!