El hotel es muy incómodo y antiguo pero se entiende por la precariedad de la isla, bien situado. El caso es que no hay agua caliente o tienes que esperar más de 15 minutos con el grifo abierto si quieres que llegue, que no siempre llega. Tenía reservada 4 noches con mi sobrino en Suite Junior. Mi sobrino sale a correr por la mañana temprano y no podía quedarse frío esperando el agua caliente así que se alquiló un Airbnb por 3 noches. Esta mañana he ido a pagar el desayuno porque no estaba incluido y me han dicho que tenía pagar el desayuno de los dos a pesar de que él ni desayunara ni se hospedara en el hotel. Que como la reserva estaba a nombre de dos personas tenía que pagar por dos personas. Me parece un abuso hacia el cliente y un daño para la dignidad del turista. Que una persona se tenga que ir del hotel por sus nefastas condiciones (no sólo el agua caliente, falta de bombillas, poca luz, mobiliario roto y no reparado, colchones muy incómodos que llaman a cada una de las camas de 105, camas dobles....), pagando otro alojamiento y que encima se tenga que pagar un desayuno que no va a tomar es el colmo de una pésima gestión de un hotel supuestamente filiado a Meliá.