Llegamos a la Habana ya de noche sobre las 22 horas y el hotel estaba cerrado, tuvimos que llamar.
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El ascensor, averiado, subíamos por un montacargas,porque llevamos un bebé lo repararon pero tampoco funcionaba.
La cocina muy sucia y al lado del montacargas muchas bombonas de gas grandes , seguridad ninguna.
El hotel muy viejo pero una obra se museo,dice tener 4 estrellas,pero se le cayeron algunas.
La habitación con un fuerte olor a humedad, y cerrado, tenía balcón pero no se podía abrir, el aire acondicionado funcionaba bien.
La habitación era grande, con el mobiliario viejisimo,el baño también muy viejo pero completo.
por la mañana no había agua en las habitaciones, no pudimos ducharnos, y ni tan solo tirar de la cadena de WC, penoso.
Al mediodía aún no había agua, tenían que traer una cuba, y no había llegado, después de una fuerte discusión a la noche ya habia agua, y tambien un escape en el WC, el baño encharcado, solo estuvimos tres noches,pero........
El hotel es una reliquia, es un museo.
Desayunos justos, y pidiendo, o más bien exigiendo, se terminaba el zumo y te decían que no había más, las servilletas, de papel se terminaron, no había, ponían muy, poco de todo y cuando se terminaba no había más, me encare varias veces, enfadada, y entonces, traían otra cosa, un desastre, pero así es cuba, muy distinto de varadero, pero esto ya lo contaré, cuando opine sobre el otro hotel.
Tres dias noches y dos días, sin ascensor sin agua etc. etc.
Saquen conclusiones, ustedes mismos.