Este hotel está ubicado en la carretera Rosarito - Ensenada , a unos cuantos kilómetros antes de entrar a la zona turística lo que te limita un poco para moverte si no traes carro , no hay tiendas de autoservicio a las que puedas ir caminando, el estacionamiento es limitado , el problema de este hotel son las habitaciones , resulta que la mitad de ellas da hacia el mar y la otra mitad hacia “las montañas” más bien a la carretera !!! Son súper ruidosas estas ultimas , están pasando trailer y carros a toda hora , toda la noche !!! fui a solicitar cambio de habitación por el ruido y me comentan que SOLO SI ALGUIEN CANCELABA ALGUNA ENTRE 1 y 3 am !!! Solicite hablar con el gerente dijeron que no estaba .....Ósea no me solucionaron el problema , al día siguiente intento meterme a la alberca resulta que está en mantenimiento , en pleno fin de semana en temporada alta ............. ???? Será posible ???

Este hotel tiene una muy buena ubicación en ensenada ya que la zona en la que ubica es muy tranquila y permite a los visitantes tener el descanso deseado y además se encuentra en un punto medio entre el centro de Ensenada y la salida al valle de Guadalupe. Las habitaciones son muy cómodas y la atención es excelente. Desde el valet, hasta los meseros en el restaurant del hotel . Todos dan un trato de reyes, con mucha amabilidad y respeto sin llegar a ser aduladores. Para mi esto destacó mucho cuando el capitán Gámez hizo todo lo posible por brindarnos una excelente atención y es que al llegar tarde a la ciudad, ya de noche, mi familia y yo llegamos directo al hotel sin oportunidad de comprar un pastel para mi papá que cumplía años. Decidimos cenar en el restaurant del hotel y al comentarle la situación al capitán Gámez, el hizo todo lo posible por conseguir un pastel para mi papá. Este tipo de detalles son lo que más se valoran y agradecen.