Lo mejor de este lugar es la ubicación: enfrente del malecón, a 1 cuadra de la playa y a 3 cuadras de la plaza principal. Bueno aunque Loreto es bastante pequeño y todo está a una distancia caminable.
Instalaciones muy limpias y la dueña, Joyce, super amable. Es un lugar muy tranquilo.
Tiene todas las amenidades para poder cocinar .

No me gusta dar una mala evaluación a este lugar. Nos hemos quedado acá antes y nos había gustado. El nivel de ruido del malecón en la noche fue molesto y el bar/karaoke/club local un poco irritante, lo cual en el pasado parecía terminar a una hora razonable. Lamentablemente ya no es el caso y el lema del lugar parece ser "si no puedes contra ellos, úneteles". Los propietarios han entregado la administración a otras personas que instalaron un bar y realizan eventos especiales en el recinto. Estuvimos ahí para el evento del Día de los Enamorados. Nos advirtieron que habría gente para la cena y el baile. El evento mismo fue bastante agradable y tranquilo. Sin embargo, cuando se fueron los huéspedes de pago, el personal y la banda decidieron tener una fiesta con karaoke que duró hasta casi las 4:00 AM. Los cantantes sonaban como cabras siendo estranguladas, los parlantes apuntaban directamente a las ventanas de los huéspedes de pago que luchaban por conciliar el sueño. Esta gente no tuvo ningún respeto o consideración por sus huéspedes. Incluso con tapones el ruido rompía los tímpanos. No ofrecieron ninguna disculpa. Los búngalos no están al mismo nivel que solían estar.

Qué genial grupo de gente hay en este lugar. Lindas vistas, habitaciones cómodas y limpias, el fantástico bar al salir por la puerta. Todo hace una gran estadía. Carmen prepara muy buenos roles de sushi, Delia prepara excelentes margaritas. Aunque a veces hacen falta tapa oídos por la noche, ¡eso no hará que no regresemos!