Viajo con frecuencia a Tijuana por asuntos de trabajo y mis estancias son generalmente largas, de un mes o más. Durante ese tiempo, tengo que estar totalmente concentrada en actividades académicas y necesito un espacio tranquilo y cómodo tanto para trabajar como para descansar después de jornadas largas. Dalí ha cumplido siempre con mis requisitos principales: comodidad, seguridad y tranquilidad. Las habitaciones son espaciosas, con una pequeña sala de estar en la que se puede trabajar y un bello jardín para salir a sentarse a descansar. Desde que descubrí este lugar, Dalí se ha vuelto mi “centro de operaciones” cuando estoy en Tijuana. Si a eso se le añade que la atención del personal es cálida y personalizada, y que tiene una ubicación excelente, las estancias aquí siempre son excelentes.