Hotel con habitaciones muy comodas, grandes y confortables. La alberca muy limpia. El restaurante cuenta con una visita panorámica muy padre sobre todo en la noche. En el bar puede uno escuchar música en vivo o ver la t.v. en patallas gigantes. El personal siempre muy sonriente y atento. Nos gustó mucho. La próxima visita a Culiacán nos hospedaremos en el mismo hotel. Sólo sugiero más variedad en los desayunos del restaurante. Gracias