Viajo mucho por negocios y nunca me sucedió algo así. Todo es malo en este hotel, intento encontrar algo positivo y no lo logro. Elegí una habitación superior porque ya veía que una habitación estándar no sería buena pero una superior tampoco lo fue. Llegué y de inmediato tuve que pedir cambio de habitación porque la cortina blackout no funcionaba y no era posible filtrar el ruido externo y la luz de la mañana. La bañera no drena el agua mientras tomas la ducha. El lugar del desayuno no tenía opciones, imposible tomar un desayuno internacional o bufet donde comas lo que quieras, comes lo que ellos quieren. La cafetera no funcionaba y tuve que esperar casi dos horas para que la cambien, el gimnasio se había inundado por lluvias y estuve toda mi estadía sin poder hacer ejercicio.. y puedo seguir. Huyan de este hotel, es un verdadero desastre, lamento no haber ido a otro hotel, ya que es costoso y muy malo.

Hace unos años solía hospedarme ahí por la proximidad a la plaza comercial y los servicos que ofrecia. La semana pasada regresé y me llevé una gran descepción, el puente que conectaba con la plaza ya no existe, el desayuno ya no fue gratis, habiendo algunos restaurantes alrededor que ofrecen mucho más por el mismo costo, el estacionamiento quedó más complicado para los huespedes y cuenta con solo dos espacios para discapacitados, tanto para el hotel como para los restaurantes del mismo lugar. Es triste, lo consideraba una buena opción, ya no más.