Después de resistirme a comer en Leo's durante muchas visitas a Nogales, nos animamos a visitarlo para desayunar y nos dejó un gran sabor de boca. Una gran variedad de platillos, desde desayunos típicos hasta mariscos, lo cual nos hizo dudar de la calidad. El aspecto y calidad de las mesas y bancas no es nada impresionante (dejan que desear) y demasiada gente, lo cual se explica fácilmente por los precios bastante económicos y una calidad bastante por arriba de lo esperado. Puedo destacar dos aspectos: 1) el mesero tomó nota detallada de como queríamos los "huevos rancheros" y para nuestra sorpresa los hicieron justo como los pedimos y los chilaquiles bien hechos. Nada especial en sabores propios, pero cumple sobradamente con las expectativas.