En verdad hospedarte en este hotel es como viajar en el tiempo. Sentirte Liz Taylor en los años de gloria de Acapulco. No solo las instalaciones son espectaculares, el servicio y mood en general del hotel. El jardín central es precioso, literal, un espacio zen. Lo visité cada mañana...
La comida es espectacular y los precios son bastante decentes, nada excesivos. Mi favorito, el pescado frito! No se olviden de ordenar varios "ojos rojos" (cerveza con preparado de salsas y clamato) mientras toman el sol en la alberca.
Estuvimos solo 4 días, pero hicimos de todo! Yoga, nos subimos al kayak y remamos hasta la Isla Roqueta, hicimos snorkel. Fue sensacional!!
El spa, simplemente divino!... Ya estoy buscando otro fin de semana largo para volver lo antes posible. Perfecto para viajar en pareja o con un grupo de amigos. Aaaaaahhhh y me olvidé decir que lo mejor de todo es que es Pet Friendly!! :)

Fuimos un fin de semana, habíamos elegido el hotel por la posición, la vista al mar. Esa si es espectacular, mucho menos la zona de Caleta y Caletilla, hay muchas confusión, muchisima gente y muy poca seguridad afuera del hotel. Zona pesima!!
El hotel tiene estos puntos favorables:
1) El servcio de la habiación fue agradable y puntual, muy amables todos. La roba de cama es de buena calidad.
2) El ristorante: se come muy bien, es un poco sobre el promedio però nos encanto la comida. Algo oriental.
3) La posicion y la vista a la Isla La Roqueta.

Punto negativos que fueron motivo de mi juicio sobre el hotel:
1) Es muy obscuro, los pasillos, el elevador, el jardin por la noche: nada tienen luces, es muy desagradable.
2) El aire acondicionados hace un ruido tremendo, no solo el hotel es vintage, sino las istalaciones! Se necesita cambiarlas, por lo menos para el precio que cobran! URGE!
3) La red wi-fi: nunca funciono en la habitación, teniamos que bajar a la recepcion para agarrar la signal! Pesimo!
4) No tenian caja de seguridad en el cuarto, la traeron a mano!
5) Hay baño con un inodor en un cuartito separado, pero la ducha esta en la habitación, solo una cortina separa la ducha dal resto del espacio.
6) El desayuno continental es minimo, luego no te explican bien que es lo que te van a cobrar. Pero si cobran lo que uno pide. A veces el servicio es muy lento...
7) La alberca no funcionó el primer día, y nos habían prometido algo en cambio por no poderla utilizar. Nunca nos favorecieron con eso, buscamos solución tres veces a la recepción y luego dejamos las cosas asi, parecia estar buscando limosna. En este caso muy poca atención al cliente...hay que mejorar!
No vi a mucho turistas extranjeros hospedados, creo que solo los mexicanos van alli por nostalgia, por ser un hotel caro me esperaba más. No se si volvería...
Ultima cosa, hay axceso al mar, pero esta algo incomodo, no hay ni una cuerda para ayudarte a salir, yo me heri dos veces, el holeaje sabe ser furte, se puede mejorar esta parte. El señor que atiende esta zona es muy buena persona!

Hospedarte aquí te da la experiencia única de estar en el Acapulco tradicional, en un hotel de los años 50’s actualizado, pocas habitaciones , ambiente relajado. Un restaurante Palapa con una carta extensa de buenos platillos ( difícil de encontrar similar en Acapulco) que incluyen sushi, dumplings, pescados y sándwiches. Un Spa cómodo y de buen servicio, tinas de jacuzzi y Terrazas con salida directa al mar, Kayak y snorquel. Pet friendly. Excelente opción si odias los grandes hoteles y los all inclusive de buffet mediocre!