Fuí en temporada alta y la verdad me pareció un lugar bueno por la calidad-precio. Las habitaciones siempre estuvieron limpias solo que se tiene que caminar mucho y bajar escaleras para llegar a la alberca y el restaurante. El personal es muy atento salvo algunos que atendían el bar de mala gana, hubo muchas dinámicas para adultos y niños. La comida fue buena y tienen variedad al igual que las bebidas.
Un punto malo es que tienes que cruzar la avenida para ir a la playa, pero tienen palapas, bar y su snack y hay mayor variedad que en el hotel .:)