La habitación limpia y cómoda, sin quejas; sin embargo hay mucho ruido en la mañana por el restaurante, que también emana olor a grasa. Personal incompetente y grosero, así como un estacionamiento subterráneo insuficiente, donde sólo hay lugar cuando mucho para 8 carros, la gerente nos argumentó que no era obligación ni responsabilidad del hotel otorgarnos este servicio, por lo tanto tuvimos que estacionarnos en la calle "supuestamente vigilada", pero con todos los riesgos que eso conllevaba. Agregamos que no cambian las toallas, y el baño es muy incómodo por carecer de ventilación. Por el precio de este hotel definitivamente hay mejores opciones. No lo recomendamos sobre todo, porque un turista no merece un trato tan soez y si así tratan a la clientela, no dudamos que así es el empeño en todo lo demás que ofrecen.