A pesar de que a dos de mis amigos no les convenció al 100 la estancia dentro de este hotel, otros 2 amigos y yo quedamos satisfechos con nuestras vacaciones; y en lo personal, volvería a repetir el hotel sin pensarlo 2 veces ;)
El hotel es pequeño, sin lujos, pero muy conveniente en ubicación y precio. Está en medio de todo; de la playa, de la vida nocturna, del malecón... lo más importante. Aparte que el servicio muy bueno. El hotel es más familiar, pero gay friendly. Si estás en plan tranquilo, dentro de tu habitación o en el área de la alberca (que está en la terraza, con vista nocturna espectacular), no te dicen nada. Sólo hacer lo más evidente: No Molestar... Las habitaciones son sencillas, pero tienen lo básico que necesitas para tus vacaciones de playa: la cama, el baño y la regadera. ¿Qué más necesitas? Sólo 100% actitud de divertirte y pasártela bien, ¡eso es todo! ¡Saludos a Ramón de Recepción!