Mi experiencia en Velas Vallarta ha sido de lo más excepcional que he vivido, no solo porque es, desde hace muchos años, uno de los mejores hoteles de todo Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, tanto por sus bellas instalaciones como por la excelencia en el servicio, y particularmente por su cuidado en los detalles y la calidad en su atención al cliente, pero sobre todo en el valor agregado que entregan todos sus colaboradores al huésped, haciéndote sentir en casa, apreciado, pero especialmente bien atendido, generándote así una grata estancia y la satisfacción de haber vivido un sueño hecho realidad, y eso lo sientes desde el mismo momento del ingreso cuando te registras, te reciben con una bebida refrescante, dándote así un adelanto de lo que te espera.
La amplitud de sus espacios, la armonía entre sus jardines (con su flora y fauna) e instalaciones, hacen sentir al huésped en un ambiente idílico, en el que el contacto con la naturaleza es constante, y que, al pasear por sus jardines a cualquier hora del día, resulta parte de la experiencia, pues la presencia de pavos reales con su canto y excepcional belleza, así como sus arroyos pletóricos de peces, le agrega un plus a la estancia.
La actitud de servicio, calidez y amabilidad de su personal, es quizá la firma de la casa, la empatía para atender tus necesidades te hace sentir especial, importante, conmovedor.
Si bien los detalles en las habitaciones, amenidades, albercas y restaurantes son de excelencia, es la calidad humana lo que más te queda en la memoria, y es que, con una actitud que no llega a la incomodidad, tienes la certeza de que hay alguien presente y dispuesto a atenderte en cualquier momento que lo necesites, y es precisamente esa empatía, la que hace más placentera la experiencia, una vocación por el servicio que se percibe en todo momento. Por citar un detalle, la atención de la señora camarista en poner un chocolatito con la cama, que encuentras lista cuando regresas a tu habitación, o que los meseros se tomen el tiempo de explicarte los platos y sugerirte un vino, son aspectos que te le dan un toque a tu corazón, y es la razón por la cual cuando sales de Velas Vallarta te quedas con el deseo de permanecer ahí, o de volver lo más pronto posible.
Y es que las habitaciones te acogen con una pulcritud digna de reyes, amplias, modernas, espaciosas, con deliciosas amenidades que incluso te invitan a no salir, pero qué desperdicio sería no disfrutar todo lo que ofrece este extraordinario hotel.
Los restaurantes en Velas Vallarta son un tema aparte, en el caso de Andrea, tienes la certeza de encontrar un espacio de primera en platillos de alta cocina, particularmente en la comida y en la cena, cada día tienen una cocina temática lo cual te garantiza una experiencia diferente, lo mismo sucede con el restaurante de playa La Ribera, donde con una excepcional vista al mar, puedes degustar una amplia variedad de platos, todos con una excelente calidad en los productos con los que son preparados.
Las noches temáticas son otra parte de la experiencia en Velas Vallarta, nos tocó Noche de Circo, un espectáculo, que aunque sencillo, con mucha calidad, el cual te mantiene entretenido, y principalmente a los niños, mientras puedes degustar alguna bebida que el personal te puede servir mientras disfrutas la presentación.
Otro detalle importante es que si tienes niños, hay un espacio especial para ellos, y los tratan de maravilla, incluso en los restaurantes tienen el cuidado de prepararte algo especial para ellos, lo cual se agradece sinceramente.
Podría describir muchos aspectos que se pueden disfrutar en Velas Vallarta, como la atención en las albercas con áreas para niños y su cantina para refrescarte, incluso su playa bien cuidada y limpia, pero la verdad es mejor descubrirlos personalmente y sentir el placer de disfrutar una atención del más alto nivel. Súper recomendable.