Llegamos a este hotel el 12 de agosto aprovechando los puntos de la TdeC de mi esposa y viendo la cercanía con el aeropuerto. Puerto Vallarta fue punto de partida a nuestro destino por lo tanto fue para pernoctar. Ventaja enorme de la cercanía con el aeropuerto cruzando por el estacionamiento y en 5 minutos llegamos. Check In ágil y con personal atento, respetuoso dándonos los pormenores de las amenidades.
Nuestro cuarto con lo indispensable cama king, mesa de trabajo con vista hacia la calle desde donde puedes ver la avenida y el aeropuerto. Un pequeño closet disimulado al extremo de la mesa con ganchos para colgar lo indispensable para una o dos noches, un baño pequeño pero digno.
Y lo importante, un descanso reparador.
A la mañana siguiente un desayuno consistente en huevos, chilaquiles, picadillo, fruta, café y jugos.
Excelente!
Olvidaba .. una alberca que cualquier otro hotel envidiaria.
No tuvimos mucho contacto con el personal pero quienes nos atendieron; el joven de la recepción y quiénes nos apoyaron en el desayuno se merecen un 100.
Regresaremos sin duda alguna.
Gracias