Nos alojamos 3 días en el hotel Antigua Posada. Es uno de los secretos mejor guardados de Cuernavaca. Muy cerca del centro y de las atracciones principales en Cuernavaca. Pero la mejor parte es el servicio. Era como quedarte con tu familia. El servicio era cálido y personal. Nos trataron como si fuéramos los únicos en el hotel. Todo el mundo era simpático y servicial. El acceso a Internet inalámbrico era gratis y funcionaba a la perfección. El ambiente era singular y acogedor. Todo estaba muy limpio. Recomendaría efusivamente este lugar especial.
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