El lugar a media luz, romántico, decoración linda y el servicio como en pocos lugares, de primera.
Salmón Puerto deseado, salmón a la parrilla al natural con espárragos, vacío y caña de filete fueron los platillos que deleitaron nuestro paladar.
El vacío es una carne con grasa y el sabor es muy bueno, de consistencia gruesa pero suave, la caña es un corte de carne limpia, sin grasa un corte menos gruesa, de sabor diferente y aun mas suave que el vacío, el salmón bueno, nada extraordinario como la carne que me gusto, pero sabroso.
El pan y las salsas de entrada, de buen sabor, la ensalada con especias y bien bañada en aceite de oliva me encanto.
Me gusto particularmente la decoración de la barra, ubicada justo al centro del restaurante, la cava muy apetecible, los cuadros y las lámparas peculiarmente bonitas.
El gerente realmente lo parece, lo felicito porque es importante aplaudir el buen servicio para incentivar a que continúe.
Para finalizar volcán de chocolate con helado.
RECOMIENDO ESTE LUGAR!!!
BUEN PROVECHO......
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