En varias ocasiones me habían comentado del spa, que era una maravilla. He ido a varios, pero alguna razón no conocía este. Fui con una amiga y en general las instalaciones bien, limpias y en buen estado. El detalle fue que de pronto empezamos a sentir mucha presión de parte del staff en tomarnos la copa de vino y fresas que son parte del paquete, de hecho no las terminamos, cabe mencionar que al ingresar había personas antes que nosotras razón por la cual nos tuvieron más tiempo en el sauna.
seguimos el circuito, pasamos al masaje y empezó la presión del staff más fuerte, una vez que terminamos de bañarnos, llegaron a avisarnos que empezarían con la sanitización del lugar en 10 minutos. Aparte de que el tiempo era muy corto, nos sorprendió que nadie nos había avisado, le pedimos media hora. Al momento de salir, nos preguntaron que qué tal el servicio, comentamos que nos sacó mucho de onda, la presión por que nos saliéramos ya que la razón de ir a un spa era para relajarte, y mayor la sorpresa cuando nos comentaron que si, que justo era su hora de comida y con una mala actitud. Entendemos que la comida es súper importante, pero también nuestro tiempo y dinero invertido para una experiencia relajante. Al ser un hotel y una cadena tan grande deberían de estar prevenidos con este tipo de cosas en las que se respete al empleado y al cliente.