El precio de las habitaciones es baratísimo y el personal es muy amable, pero no está en una de las mejores zonas de la ciudad; si bien está sobre una avenida, no me gustaron los alrededores. Hay buena señal de Wi-Fi, hay TV por cable, DVD y agua caliente a cualquier hora. También tiene estacionamiento.
El Zócalo está a poco más de 30 cuadras y no hay metro cerca, hay que tomar un taxi o un autobus hasta la estación.
Recomiendo las instalaciones, mas no la ubicación. No volvería a hospedarme acá si no contara con movilidad propia a todas horas, ya que el presupuesto en taxi se iría por las nubes (desde el hotel hasta el centro las tarifas arrancan en $60).