Lo mejor es la ubicación frente al aeropuerto y el traslado incluido (ambos sentidos). Ahora noté mejoría en la cocina del restaurante del hotel, con mucho sabor, aunque no canceló la existencia de detalles (caldo tlalpeño riquísimo, pero le pusieron el queso Oaxaca antes de meterlo al micro a calentar, pues el queso se pegó horriblemente en el fondo. Y es que pedí bien caliente el caldito), la atención muy buena del personal principalmente del personal del restaurante. El precio es bueno, no barato, pero aceptable en comparación con los demás hoteles en torno al aeropuerto. El control remoto de la tv no tenía la tapa de las baterías, era necesario operarlo con mis dedos puestos debajo (insisto que se descuidan los detalles), esto lo pone como si fuera un hotel de quinta. Muy bien el traslado, cómodo, seguro y eficiente. Si volvería.