El hotel es limpio y céntrico. El estacionamiento está retirado, así que para hacer el check in y bajar tus pertenencias del vehículo hay que dar varias vueltas porque no es posible estacionarse enfrente. Las calles son reducidas y la bahía de estacionamiento se ocupa muy rápido.
La habitación es muy pequeña, casi no hay espacio para las cosas, incluso donde poner las cosas (ropa) en el baño la cama es demasiado incomoda, de esas aguadas que acabas con dolor de espalda.
La tv no tiene muchas opciones y además la imagen no es nítida, se ve mal.
Eso si, muchas amenidades en el tocador. Y en la noche dejan unas galletas deliciosas en la cama.
El desayuno incluido es abundante, no es ahí, el restaurante está a una cuadra.
Las ventaja es la ubicación céntrica del
Hotel, pues pudimos desplazarnos a caminar por todo el centro y andadores.
La terraza muy rara, porque no tenía balcón sino pared! Y no había ninguna forma de tener la vista a la ciudad. Se me hizo muy caro, muy pequeña la habitación y muy incómoda la cama, así que por ese precio $3,363.00 MX te puedes quedar en otro céntrico y más amplio y cómodo. No lo recomiendo.