La ubicación es muy buena, al igual que la vista, la playa contrario a lo que esperaba resultó que estaba bastante limpia.
Se percibe el sabor y la frescura en los insumos de los alimentos , lo cual es parte de la experiencia que ofrece el lugar ya que tienen sus propias granjas productoras. La carta es limitada ( lo cual en mi caso prefiero, ya que se nota el esmero en cada uno de los platos que preparan), los precios están por arriba del promedio de otros restaurantes cercanos pero no llegan a ser exagerados, desconozco si eso se debió a que solo se tenía un salón disponible, ya que en la fecha que lo visité, el resto del restaurante se encontraba en remodelación (es la único razón por lo cual no otorgo la evaluación más alta), mi sugerencia sería que siguieran manteniendo los precios ya que los hace muy competitivos … sin duda regresaría, es un lugar que debes visitar en Veracruz sobre todo si eres fanático del buen comer…