Viajé en temporada alta a este hotel para visitar a mis familiares, pero nuestra experiencia fue muy desagradable. La habitación que nos tocó estaba super descuidada. Se nos cayó la cortina de la ventana, el cancél no cerraba bien, la televisión no se veía nada bien ya que no hay cable y solo había 3 canales. La tina del baño no servía y olía muy desagradable, lo peor es que las camas tienen una cubierta plástica en el colchón que hace mucho ruido cuando uno se mueve y mis hijos de 3 y 6 años no pudieron dormir pues cada vez que se movían se despertaban.
Las albercas están bien aunque no tienen agua caliente pero como tuvimos mal clima, el agua estaba fria. La playa está en ruinas. Parece que se cayeron unas bardas en un mal tiempo y no las han quitado, las columnas están sobre la arena y se ve super feo. Aparte de que el mar ya se comió la playa en ese tramo, pues no hay camastros ni donde sentarse.
El desayuno está incluido pero te lo puedes saltar, nada espectacular. Hay mucha vegetación y unas esculturas extrañas que podrían parecer interesante si le dieran mantenimiento ya que no es nada cómodo.
Hay mas hoteles en la zona que pudieran ser mejores.
Tengo que reconocer que el personal trató de ayudarnos pero pues no dependía de ellos el mal estado de la habitación, así que nuestros reclamos siguieron así, lo bueno es que solo estuvimos dos noches.