Los alimentos exquisitos, la atención es genial, las fotomurales que se encuentran en el lugar cuentan la historia del lugar.

Me gustó mucho el lugar, la comida y el ambiente. Recomiendo la bomba con frijoles y las enchiladas verdes

El ambiente jarocho, jocoso y bohemio se encuentra en este lindo lugar. Más que a probar ricos alimentos, a este lugar se viene a disfrutar de la gente. El lechero es insuperable y estando en este sitio no queda más que pensar en lo que se hará durante la visita en el puerto.

El lugar es muy agradable. Tuvimos la oportunidad de conocerlo de noche y es muy agradable con la luminaria y la vista al parque de enfrente y de la catedral.
La comida es muy rica. El frappe de moka fue el mejor, junto con su pan.

Lo único que podría mejorar es la atención. Nos sentamos en las mesas de afuera y se tardaron mucho para atendernos. Eso sí, al pedir la cuenta nos la entregaron como rayo..

Muy rico y un ambiente muy agradable para una rica cena familiar
Además de rica la cena que comimos.