Fuimos 3 familias completas con niños, una de esas familias (una pajeja joven de matrimonio) tienen tatuajes.
Al estar formados para poder ingresar a cenar, pedimos informes y no nos contestaron, preguntamos 2da ocasión y barrieron a la pareja de matrimonios con tatuajes, dejamos pasar por alto esas actitudes, pero a la hora de tomar la orden, cuando preguntabamos de que se trataba o de qué ingredientes eran algunas comidas, contestaba muy grosero y prepotente indicando cosas como, "pues es un pan con mermerlada" "pues es frío" "pues es picante" pero no describía en buen modo o con detalle de lo que era el platillo.
para cobrar nos dejaron esperando un buen rato, jamás volveriamos ahí, lo único bueno fue ver bailar dansón a las personas grandes afuera mientras esperamos que nos dieran el acceso para cenar.