Estuvimos tres noches. Desde nuestra llegada nos pasaron a un mezzanine donde un host, Ignacio, nos hizo el check in y nos atendió de maravillas.
También las chicas del área donde sirven café, panecillos, etc. son sumamente atentas.
El hotel tiene cuartos clásicos, pero están muy limpios y cómodos.
Hay un restaurante a la orilla de la playa donde durante el día se come muy rico. Hay, por ejemplo, tostadas de atún y otros platillos muy sabrosos. En la noche, es un restaurante con reservación.
También el hotel tiene un mini club de playa con costo que vale la pena.
Ventanas de oportunidad. Bares y sports clubs no abren todas las noches, entonces, no hay mucho para hacer si te quieres sentar en un lugar. Ahí está limitado.
Los restaurantes de acceso sin reservación en el horario de la cena se saturan y hay que hacer fila y esperar.
La calidad de las bebidas del all inclusive son de 6.5/10.
Tiene ventanas de oportunidad para la mejora, pero me gustó mucho. He estado en muchos all inclusive de diferentes gama de precios, desde más luxury hasta más básicos, y creo que The Sens es una muy buena opción intermedia si uno se hospeda en Cancún.
Lo recomiendo.