Sin duda Ku'uk va más allá de lo que la mayoría de los restaurantes ofrecen al comensal.

El servicio es impecable, el lugar es una vieja casona de Paseo Montejo adaptada ad hoc a las necesidades del restaurante, tanto el menú degustación como a la carta es excelso.

Sin duda un must para quienes aman el buen comer.

Enclavado en el hermoso barrio de Itzimná, el deleite inicia al entrar a la antigua casona yucateca, muebles,candiles,ambientación todo contribuye a captar nuestro interés. La comida, sin dudar,una de las mejores. Los platillos de la región adquieren delicados toques y sutiles cambios que, incluso a los lugareños nos sorprenden y a agradan Es un restaurant de gamaalta, pero usted pagará con gusto la cuenta, no saldrá defraudado. Hasta la fruta tiene un sabor mas intenso y profundo. Ideal para una cita importante, para dejar una agradable experiencia a quien lo visita.

Lo que queda claro cuando pruebas la degustación del Chef es que cada platillo se convierte en todo un tema, pleno de elementos visuales, simbólicos y texturas que llevan el sabor y la experiencia a otros niveles; la cena se convierte en un desfile de descubrimientos donde hasta la loza y los cubiertos son poco convencionales. El lugar es bello y agradable, ideal para una ocasión especial, el personal es muy atento, pero sobre todo súper preparado; después de comer es posible dar un vistazo por las instalaciones, la cocina de investigación, los instrumentos, la cava y el bar. Una experiencia completa.

ubicado a un costado del monumento a la patria en paseo montejo, el eidficio impresionante no parece un restaurant tipíco; muetra de una residencia en el esplendor de Merida, los platillos se sirven con un concepto gourmet de alta cocina en base a investigaciones y adecuaciones de la tradicion culinaria yucateca. muy recomendable aunque es algo caro; es mucho mejor que pagar 30 euros por una comida economica en Europa

Enclavado en un accesible, tradicional y hermoso paseo que distingue a Mérida, ofrece una grata experiencia culinaria de sabores locales con un alto gusto y grado de elaboración. El ambiente es agradable e invita a salir a seguir disfrutando de la castiza Mérida iniciando desde el mismo restaurant una caminata por el Paseo Montejo.
Felicidades a los anfitriones, chef y personal de servicio; atentos y esmerados.