Un lugar algo "complejo". Hay mucho talento en cocina, hay lugar (bonita estancia), pero algo falla. Mi sensación es que los números no cuadran y eso lo percibes en el ambiente (empleados incluidos) . Una lástima, porque pienso que hay mucho talento en esos fogones. Lugar a recuperar para ser de los más grandes de México.

Fue una experiencia increíble
Fui acompañada de mi novio decidimos irnos por las degustaciones del gourmet
Si no me equivoco espero estar en lo correcto
Lo único que puedo decir del lugar es que fue delicioso
Realmente quedamos satisfechos el lugar
Es increíble nos ubicaron cercas de una ventana
Donde podíamos disfrutar del paisaje la comida
En cada comida el mesero nos explicaba
De caga degustación
El concepto
Sabor
Inspiración
Todo estuvo riquísimo
Los postres
Realmente volvería a ir dicen que los platillos cambian según la temporada estaría dispuesta a ir en temporada de verano
Espero verlos pronto!!!!!

El restaurante se encuentra en un sitio icónico de la ciudad, con una vista a la glorieta donde Rómulo Rozo dejó plasmado su amor arte, arte que también se siente en cada platillo de ese lugar. Iniciamos con un ceviche de dorado, que como su nombre lo dice, vanagloriado de sabores de la región, lleva El Oro en cada bocado. De plato fuerte no podía faltar el pulpo tikin xic, con una mezcla de sabores de recado rojo propios de Mérida y la suavidad que solo aquí se puede sentir. De postre pedimos la tarta vasca, una fusión de experiencias y texturas que no cualquier repostero (a) puede dejar en tu paladar. De los cócteles mejor no hablamos porque nos picamos y salimos más felices de lo que llegamos a este lugar.

El restaurante muy lindo, la atención excelente, la comida de 100, deliciosa , original, las porciones perfectas, la presentación y calidad de los alimentos 👌🏻.

Súper recomendable , EL MEJOR

La comida, que fue toda la del menú degustación, está increíble!!!! Toda una experiencia completa y multisensorial. Por ser segunda vez en la misma dinámica es importante comentar cómo impacta el mesero que te pueda tocar. El de esta ocasión no explicaba nada, muy frío, todo se le tenía que preguntar, desangelado total y hasta pareció algo grosero por ocasiones. La experiencia anterior fue una locura porque nos contaba los procesos, significados y más detalles. Ojalá cuidaran eso porque el precio lo amerita y haría una diferencia enorme al mismo tiempo que le daría aun más valor a lo que se hace en cocina.