Ya nos hospedamos en tres oportunidades distintas en el hotel. ¡Desde el dia que lo conocimos nos encantó! Unas cuadras más allá del centro pero vale muchísimo la pena. Está en medio de la selva, rodeado de silencio y a veces ponen música muy tranquila y amena.
Las habitaciones son muy llamativas, ya que no son las tradicionales con paredes, es una fusión con tienda de campaña (carpa) y palapa. A pesar de no tener aire acondicionado son muy frescas a la noche y cuentan con 2 ventiladores. Son muy amplias y cómodas.
Los baños, aunque son compartidos, siempre están en perfecto estado y las regaderas muy limpias.
El desayuno no se destaca, pero por el precio está muy bien. Y el área de la cocina comedor está muy bien. Cuentan con dos refrigeradores por si querés guardar tus cosas.
Lo mejor es la ubicación, la tranquilidad del lugar y la piscina en la parte de atras, muy cómoda, con unas reposeras, perfecta para leerse un libro rodeado de vegetación o tomarse una cerveza en compañia mientras se disfruta del ambiente. :)