Nuevamente elegimos el hotel para pasar una velada agradable, ya lo hemos visitado en ocasiones anteriores, y está vez, superaron por completo la expectativa, paisajes hermosos acompañados de un servicio excelente, por la tarde llegamos al jacuzzi (delicioso) y recibimos un trato muy cálido y atento de parte de Lía, por la noche la cena inmejorable, la ensalada la pasta y la pizza nos dejaron encantadas, felicidades a Cedric, también cocinó el desayuno, el cual disfrutamos felices con un paisaje de neblina q te quita la respiración, el mesero Luis en verdad simpático y atento, su recomendación de las enchiladas mestizas fue un verdadero gol, todas estuvimos maravilladas con su buen servicio, sin olvidar al gerente, Samuel, igual que siempre un verdadero caballero cuya atención nos invita a regresar. Cabe destacar la limpieza del hotely la habitación, a pesar de ser un hotel campestre nunca ves el mínimo deterioro, felicidades a las camaristas, merecen una mención especial. Gracias!!!! Nos vemos pronto.