Deliciosos platillos. Mi esposo y yo provamos 4 y todos deliciosos, las bebidas muy ricas, realmente nos encantó. Lo malo es que tienes que esperar cierto tiempo para pasar al lugar y lo peor: Las diminutas proporciones de los alimentos . (o es que todo era tan delicioso que no quería que se terminara? No sé, pero siento que sí se pasan con los precios y las proporciones).
Fuera de eso, tiene vista panorámica que en el ocaso hace que te enamores más.
El personal que atiende nos trató muy bien. Todos muy amables y atentos.

El lugar es de lo más bello. Cené en la terraza en el mes de enero, el clima era frío, pero cuentan con un sistema de calefacción muy bueno, el cual te permite estar al aire libre, sin pasar frío y disfrutando de la vista a todo San Miguel, en especial a la Iglesia. El Risotto de Hongos estuvo riquísimo!!

El hotel Rosewood es una maravilla y aloja este lugar precioso. La vista es de diez, y en la noche el lugar y el ambiente son deliciosos. El servicio es muy esmerado. Lo único que no esta a nivel, aunque no es mala, es la comida; simplemente no sorprende y cumple. En general la experiencia es muy recomendable.

Está en el centro, las tapas están muy buenas mientras disfrutas de una bebida y el hermoso atardecer, cuando yo fui tenían margaritas dos por uno y eso fue la mejor parte.

No aceptan reservaciones es como vaya llegando la gente, cuando nos dieron mesa después de dos horas de espera tenían muchas mesas vacías, el sazón de la comida es bueno y la vista es espectacular, pero la atención brindada por el personal deja mucho que desear.