Fantástico lugar y fantásticas personas. Habitaciones amplias, limpias, luminosas y acogedoras, a las que no les falta detalle de bienvenida. Óscar, una excelente persona, muy atento y cariñoso, un verdadero encanto. El desayuno muy rico, con mucho mimo, unos croissanes a la plancha cada día deliciosos, además de otras muchas opciones. Volveremos, sin duda.