Hemos ido una cuadrilla de 28 personas, 15 adultos y 13 niños de entre 1 y 10 años. La atención que nos ha prestado Óscar ha sido inmejorable, ha tenido muy buenos detalles con nosotros y se ha portado genial. Es una casa para repetir, sin dudarlo.
Venía buscando un lugar donde valorasen a los que viajamos solos y lo encontré. Además es un sitio muy bien conectado con autovía cercana hacia todos los lugares que quieras visitar. Fue una recomendación de un amigo y ahora seré yo quien lo recomiende. Oscar siempre muy atento, preocupándose por mi bienestar, aconsejando sobre rutas o sitios que visitar, todo muy cuidado, limpieza perfecta, todos los servicios que necesite y algunos incluso que no esperaba. Me iré en un par de días muy contento de haber estado aquí y con ganas de volver, y volveré!!! Gracias a Diego por la recomendación y a Oscar por su atención, de 10!!!!
Preciosa Casa Rural cuidada al detalle, espaciosa, ubicada en un encantador entorno natural de noches tranquilas y confortables óptimas para el buen descanso. Con Santander a media hora, con Bilbao a 40 minutos, a escasos minutos de Cabárceno, Laredo, Castro-Urdiales, Noja, Santoña, Isla, Ajo...
Óscar, su regente, nos facilitó en lo posible todo lo necesario para sentirnos como en casa. Saboreamos sus desayunos, ricos y abundantes, y sus instalaciones, ideales para ir con niños. Ah!, y 100% aconsejable para ir con vuestras mascotas.
Estuvimos varias noches alojados y hemos estado muy a gusto y como en casa. Las habitaciones son grandes y están muy limpias, el lugar es tranquilo pero ubicado cerca de la carretera que en poco más de 15 min te lleva a lugares de interés.
Entras y sales de la casa como si fuera la tuya propia, el dueño muy prudente y siempre pendiente de que no falte nada, interfiriendo lo menos posible.
El desayuno tiene de todo, un detalle que te hagan los cruasanes a la plancha. Y siempre hay fruta, yogures o bollos para que los cojas cuando quieras.
Si volvemos por la zona repetiremos seguro.
Fantástico lugar y fantásticas personas. Habitaciones amplias, limpias, luminosas y acogedoras, a las que no les falta detalle de bienvenida. Óscar, una excelente persona, muy atento y cariñoso, un verdadero encanto. El desayuno muy rico, con mucho mimo, unos croissanes a la plancha cada día deliciosos, además de otras muchas opciones. Volveremos, sin duda.
