El precio de una noche ha sido el de la mitad de la media del salario mensual de México y no tenía nevera donde enfriar el agua o alimentos. El desayuno continental con revuelto duro y pasado, la mantequilla que dicen es margarina y mantequilla La ducha semiatascada que no sabes si vas a inundar el baño. No volvería ni gratis.

Las instalaciones del hotel están lindas, las habitaciones muy bien, buen tamaño, cómodas. El desayuno, sencillo, pero bien.
Sin embargo sentimos que el personal podría ser amable, tuvimos algunos detalles. La primera habitación que nos dieron ya estaba ocupada, así que cuando entramos vimos las cosas de otra persona que afortunadamente no estaba en la habitación!.

Por otro lado a las 3am nos tocaron la puerta de la habitación en dos ocasiones y al abrir no había nadie. Cuando quise llamar a recepción para reportarlo el teléfono no servía, así que a esa hora hubo que ir a recepción a pedir que mandaran a seguridad a dar más rondas.

Desde mi punto de vista, al personal le falta ser más amigable, sonreir más, saludos!