Este pequeño gran hotel nos ofreció una estancia sumamente agradable. Su ubicación es excelente, ya que con sólo caminar unos cuantos minutos llegas al centro de Zacatecas. Tener esa ubicación por la tarifa que manejan lo convierte en el hotel con mejor costo-beneficio de la ciudad.
Sus habitaciones son pequeñas pero con suficiente espacio, tienen aire acondicionado —tipo minisplit—, televisión y decoración de buen gusto. Por la mañana ofrecen un desayuno continental básico que es adecuado para un hotel con este rango de precios. Ofrecen cereales, yogur, leche, pan tostado, algo de fruta... en fin, lo necesario para un desayuno ligero.
La persona —de origen francés— que nos atendió en recepción fue muy amable y cortés. Sin embargo, una de las empleadas, desde que llegamos, nos recibió de mala gana, preguntándonos que qué queríamos... ¡pues registrarnos! Esa misma empleada estaba encargada del desayuno la mañana siguiente, pero a nadie atendió por estar ocupadísima escuchando música en su teléfono celular.
Salvo este detalle, el hotel nos pareció bonito, cómodo, limpio y funcional. Dos aspectos a considerar al hospedarse aquí es que el estacionamiento está un poco alejado e incómodo —hay que caminar unos 200 metros y subir rampas— además de que para llegar a la mayoría de las habitaciones hay que subir muchos escalones, lo que puede ser problemático para personas con movilidad limitada. Incluso para llegar a la recepción desde la calle hay que subir una larga escalera. Pero bueno, así es casi todo en Zacatecas.
Recomiendo mucho este hotel, por ese precio no podrán encontrar otro mejor ubicado.