Llegó un primo de vacaciones y pasé a dejarle una maleta, el bellboy muy atento nos acompañó a recepción pero desafortunadamente no sabía cómo llenar su papeleta. La recepcionista en vez de ayudarle e instruirle se burlaba de él por no saber hacerlo.
Cabe mencionar que tanto mi esposo como mi primo y yo trabajamos en el sector turistico y sabemos de atención al huésped, y claramente a la señorita le hace falta mas capacitación.
Una vez dispuestos a retirarnos nadie nos escoltó como al subir, al llegar a la parte de abajo la puerta se encontraba colgada y casi por caer causandonos dificultad para poder salir del lugar y sobre todo poniéndonos en riesgo por ser una puerta grande y pesada de vidrio