Eramos un grupo de 6 amigos, cuando estuvimos en la playa, nos atendió el "gerente" llamado Daniel de muy mala gana, solicitamos algunos otros camastros y su respuesta fue ¿son huéspedes?, a lo cual le comentamos que sí, la actitud que demostró hacia el grupo fue prepotente, como si nos hiciera un favor, creo que incluso suele ser así con turismo nacional, pensando que tal vez nos queríamos aprovechar de la situación, al final nuestra idea era consumir ahí y pasar un buen rato.
Por otro lado el mesero Santiago, todo lo contrario, gran servicio, actitud.
No recomendaría hospedarse en el hotel, los meseros y el personal en general creen que hacen un favor a los mexicanos, y por el contrario, con los extranjeros son muy atentos.