Escogimos este alojamiento porque nos pareció adecuado en todos los sentidos, nada más lejos de la realidad.
No tiene mala ubicación eso es cierto, pero tiene varios detalles que hacen que me arrepienta de haberlo escogido. Principalmente no funciona el WiFi, tiene dos redes pero ninguna llega a las habitaciones, si quieres Internet tienes que salir fuera de ellas y ni aún así cogía bien la señal la mayoría de veces. Después, se escucha absolutamente todo desde dentro, a los de arriba, a los de abajo,a los de al lado... horrible buscar tranquilidad y estar escuchando todo lo que pasa en todos lados. Camas incomodísimas. No nos hicieron la limpieza en 3 días porque cada día pasaban a una hora diferente. El primer día pasamos toda la mañana fuera y llegamos a la 1 y media de la tarde al hotel, para descansar un poco, nuestra sorpresa fué que aún no habían hecho la habitación, así que pensamos que no la hacían a diario pero NO, pasaron a las 2 de la tarde a hacerla, lo cuál preferimos que no porque nos acabábamos de acostar a reposar. Al día siguiente pensando que pasarían sobre la misma hora, nos encontramos con que no, ese día si madrugaron y pasaron a hacer la limpieza a las 8 de la mañana, lo cual nos negamos nuevamente, porque habíamos pasado mala noche por los ruidos exteriores, a parte de que las chicas de la limpieza desde temprano se ponían a hablar en frente de las puertas súper duro, sin respetar el descanso de los huéspedes. El desayuno era aceptable y los que servían eran muy amables y dispuestos, los únicos, junto con Paco que es uno de los recepcionistas, de resto todos unos desagradables e antipáticos. Ya que no nos hacían la habitación por los motivos que ya expliqué, pedíamos toallas, lo cuál nos daban pero cada una más rota que la anterior...
Y para acabar con la guinda del pastel el día que nos íbamos a ir, mientras esperábamos un taxi, viene una chica de la limpieza, altanera y grosera a acusarnos directamente, de habernos robado una FUNDA DE ALMOHADA! ni siquiera la almohada entera, solo la funda, a lo cual le decimos que desde que entramos a la habitación esa almohada en concreto no tenía funda, y ella erre que erre que eso era mentira que la funda nos la estábamos llevando porque ella estaba totalmente segura de como había dejado la habitación y que hasta que llegamos nosotras la funda estaba, le decimos nuevamente que no es así y que si quería le abriamos todo nuestro equipaje y que lo revisara si así iba a estar más tranquila, a lo que llega una compañera y le dice que nosotras teníamos razón que esa funda no estaba cuando nosotras llegamos a la habitación y que llevaba mucho tiempo perdida. A lo que la desagradable mujer ni nos mira y se va sin pedir disculpas después de habernos faltado el respeto y acusado injustamente, haciéndonos pasar vergüenza delante de los demás huéspedes que se encontraban en la sala. A parte de llamarnos ladrones, le puso la queja a Paco de que viera en las condiciones que habíamos dejado la habitación, decía que aparte de robarnos la funda, habíamos dejado la habitación fatal... Sabéis que le pasaba a la habitación? Que nos íbamos con las camas sin hacer! De resto la habitación estaba en perfectas condiciones, primera noticia que me tengo que encargar de hacer la cama en los hoteles antes de irme, cuando van a entrar y supuestamente van a limpiar las sábanas y todo para los siguientes huéspedes, y aunque no fuera así, no me corresponde dejar la cama hecha, no? No forma parte de mis deberes. También decir que los botes de shampoo y jabón, son reutilizados, no los cambian con cada huésped, sino que los rellenan de un bote más grande, lo cuál no me importa, pero encontrarte las botellitas pequeñas abiertas y con el sobrante del jabón o shampoo reseco por fuera en todo el bote, pues es desagradable y asqueroso, aparte de poco higiénico, y más ahora que hay COVID y hay que tener más precaución con todo.